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Celebrar y reconocer a la Marina
Por Orlando Camacho Nacenta | 7 de junio 2019
Al presidente Manuel Ávila Camacho se debe el haber instituido desde 1942 el Día de la Marina, a conmemorarse el primero de junio de cada año como reconocimiento a todas las personas que realizan alguna actividad en el mar, particularmente a los marinos mercantes, pescadores, prestadores de servicios turísticos y navales; a quienes realizan actividades de extracción petrolera en aguas marítimas y, por supuesto, a la Armada de México, que es la rama marítima de las Fuerzas Armadas del país cuya administración depende de la Secretaría de Marina (SEMAR).
Como sabemos, la SEMAR es la institución responsable de proteger los recursos marítimos, fluviales y lacustres con que cuenta el país, además de participar en todas las actividades relacionadas con el desarrollo marítimo nacional.
Esta actividad la realiza, entre otras cosas, mediante una permanente labor de investigación científica, biológica, oceanográfica y sobre los recursos marítimos con que contamos, a través de sus centros de estudios, unidades y establecimientos de educación naval, que tienen como tarea ofrecer servicios educativos a nivel medio superior, técnico, técnico profesional, profesional y de posgrado.
Entre sus egresados se encuentran quienes se encargan de ejecutar (muchas veces en colaboración con instituciones nacionales y extranjeras o dependencias de la administración pública federal) los trabajos hidrográficos de las costas, mares, islas, puertos y vías navegables con que contamos, así como de publicar la cartografía náutica y toda la información que se requiere para garantizar la navegación en aguas nacionales.
Pero no sólo eso, también corresponde a la SEMAR la vigilancia, inspección y salvaguarda de los 3 millones 149 mil 929 kilómetros que comprenden la superficie del mar patrimonial que poseemos como nación, de las aguas interiores, vías fluviales y lacustres navegables, los puertos, islas y bases marítimas, así como de nuestras aguas marítimas internacionales, incluyendo sus respectivos espacios aéreos.
A las amplias tareas que debe cumplir la Marina nacional para mantener el control y resguardo de nuestro extenso patrimonio marítimo se suma, bajo las actuales circunstancias nacionales y mundiales, la creciente necesidad que tiene de contar con recursos humanos y financieros suficientes, así como de tecnología, armamento y capacitación, para que pueda cumplir cabalmente con las estratégicas labores de inteligencia, seguridad nacional, operaciones de rescate, apoyo en percances y tragedias naturales, vigilancia de fronteras, contención de flujos migratorios irregulares por vía marítima, del tráfico ilegal de migrantes, armas y drogas, la explotación ilegal o no regulada de nuestros recursos marinos y la degradación natural e intencionada del medio marino.
Es en estas tareas que durante la última década la Marina toda, pero particularmente la Armada, se ha apuntado grandes logros que han contribuido a contener y detener la expansión de los grupos delictivos en el país; a restaurar y/o mejorar las condiciones de seguridad y paz en un importante número de municipios y ciudades; a detener y a abatir a un gran número de los principales líderes de las más peligrosas organizaciones delictivas.
Esto le ha valido ser evaluada como una de las instituciones más confiables y eficaces en el desempeño de sus labores de seguridad, de acuerdo con las principales encuestas de percepción ciudadana que se levantan a nivel nacional durante la última década.
Pero más allá de la generalidad de esos instrumentos, las organizaciones ciudadanas que desarrollamos nuestra labor en el ámbito de la seguridad y justicia, como es la Fundación México SOS y la Red Nacional de Mesas de Seguridad y Justicia, podemos dar testimonio directo de la gran labor y compromiso que cumplen y tienen los marinos y oficiales de la Secretaría de Marina que, en su calidad de integrantes de 23 de las 33 Mesas de Seguridad y Justicia existentes en el país, son ejemplo vivo de entrega, lealtad y sacrificio en la lucha por construir un país más seguro y libre de violencia criminal.
Por ese y muchos otros motivos, pasados y presentes, nuestro reconocimiento y aplauso a la Marina de México, hoy y siempre.
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