El Teletón y la generosidad

Última actualización: 10 Diciembre 2015

¿Qué mosco le picó a Mark Zuckerberg, el fundador de Facebook, para donar el 99% de sus acciones? ¿Sólo porque nació su hijo y, en la emoción del momento, decidió que quería para él un mundo mejor? A los mexicanos esto nos parece raro. No existe, que yo sepa, ningún compatriota rico que haya donado una parte mayoritaria de su fortuna.



Fuente: Excelsior



Cuidar por la propia familia y por uno mismo está cableado en el cerebro de los humanos. Sin embargo, también está cableado el sentir un enorme placer cuando se es generoso con desconocidos. Estudios recientes, donde se ve la reacción del cerebro a través de tomografías, muestran que se activan los mismos centros de placer cuando se da a un tercero por razones altruistas que cuando se hace algo para el beneficio propio.

Este principio no es central en la religión más exitosa de la historia, medido en términos de seguidores, el cristianismo. Parte central de su credo es amar a los otros como a un mismo. Un gran salto civilizatorio frente a las religiones previas.

En México pareciera que predomina un cableado más bien egoísta. ¿Por qué un país tan católico como el nuestro cumple tan pobremente las generosas bases de esa religión? No lo sé, pero dado nuestro nivel de riqueza, deberíamos donar mucho más.

Con todo, existen muchos esfuerzos muy generosos en el país. Desde el que hace la esposa de un amigo, Malú Terrazas, como presidenta de la fundación Hogar y Futuro, para administrar y fondear una casa hogar que cambia las vidas de los niños huérfanos que por ella pasan, hasta el Teletón. Éste es el esfuerzo más conocido. Creo que en muchos círculos no se ha sabido apreciar sus virtudes como se merece.

Vivimos en un país donde todos los días, con cada bache en la vía pública o cada vez que llegamos al aeropuerto capitalino, constatamos que vivimos en uno poco desarrollado. Hay pocos lugares o eventos en México donde uno siente que está en un país de Primer Mundo. Casi todos éstos son eventos organizados por alguna institución privada, desde la Fórmula 1 hasta nuestros cines. Donde más me ha impresionado la calidad del servicio, como si fuera de país desarrollado, es cuando visité, hace unos meses, el primero de todos los Centros de Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT), situado en el Estado de México.

Lo primero que me sorprendió fue que no había ambulantes en las banquetas de la entrada del centro de rehabilitación. El contraste con todos los hospitales públicos que he visitado o simplemente pasado frente a ellos es notable. La razón, me dijeron los directivos del Teletón, es que ofrecen a sus empleados una comida de calidad a buen precio. El consumidor no quiere morir comiendo una fritanga contaminada. Si lo hace es porque muchas veces no puede pagar otra cosa.

Lo segundo, fue el buen estado de las instalaciones, que tienen ya 16 años de funcionamiento. El contraste con el grueso de los edificios abiertos al público es considerable. Pero, en fin, esto quizá me preocupa especialmente a mí porque, en el fondo, siempre quise ser jefe de mantenimiento.

Lo realmente trascendente es la calidad y la calidez del servicio. No sólo porque tienen equipamiento de primera y personal bien capacitado, sino porque es evidente la gran dedicación y cariño con la que trabajan. Los niños no son números de un expediente. Los conocen por nombre y apellido. Estos niños, gracias a la generosidad y dedicación de Fernando Landeros y su equipo, van a tener una vida con menos carencias, rechazos y dificultades.

Televisa tiene sus problemas de reputación. Prestan la señal de televisión y apoyan en la organización del evento, lo cual es muy generoso. Sin embargo, el Teletón es un esfuerzo independiente de Televisa. Sí, no hay en México un Mark Zuckerberg que done 99% de sus acciones, pero tenemos millones de mexicanos que aportan y hacen posible alcanzar la meta del Teletón.

Gracias a ellos, el año pasado se logró recaudar 474 millones de pesos. En el año 2014, en el Sistema CRIT se atendieron casi 36 mil niños, 14% de los mexicanos de 0 a 18 años con discapacidad motriz. Existen 22 CRITs que han atendido, en su historia, más de 90 mil niños y adolescentes en todo el país. Existe también un Centro de Autismo Teletón, un Hospital Infantil Teletón de Oncología, una fábrica de pelucas y la Universidad Teletón. Un sistema completo certificado como de excelencia.

La gran colecta Teletón ya inició. Su evento central será el viernes 11 y sábado 12 de diciembre. Es un buen momento para que los mexicanos, más aun quienes se consideren guadalupanos, que son muchos, puedan mostrar su generoso espíritu. El que uno debería esperar de un país católico.

Claro, no faltan quienes critican que es pura caridad o es una tarea que debiera hacer el Estado. Yo hice hace años críticas en este último sentido. Sin embargo, defender estas posiciones ideológicas no cambia en nada la vida de un niño con discapacidad motriz o con cáncer. Un donativo sí.





@mexicosos

@carloselizondom

http://www.excelsior.com.mx/opinion/carlos-elizondo-mayer-serra/2015/12/10/1062513

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