Ex miembros de pandillas que traficaban drogas y ex adictos a sustancias prohibidas, ahora son artistas que pintan murales en una iniciativa gubernamental para promover la paz en el barrio de Las Palmitas, ubicado en la periferia de Pachuca, Hidalgo.

Fuente: Sin Embargo

La organización juvenil Germen Nuevo Muralismo Mexicano, conocida por usar el graffiti como medio de expresión, pintó en 14 meses un mural gigante de 20 mil metros, en la fachada de 209 casas, dice el medio árabe Al Jazeera.

Para ello utilizaron 20 mil litros de pintura de diversos colores, como parte de un proyecto patrocinado por el gobierno local que rehabilita ex convictos, ex miembros de pandillas, y ahora los “arma” con pinceles, para convertirlos en artistas que pintaron el mayor mural que existe en toda la República Mexicana.

Las fachadas de las casas se destacan desde lejos por tener un “vibrante colorido”. El proyecto también tiene como objetivo promover la unidad comunitaria y construir un sentido de confianza entre los antiguos criminales y los residentes locales, indica el medio extranjero.

En su página de Fecebook, la organización, que se autodenomina como promotora del nuevo muralismo mexicano ha hecho obras similares en la Plaza de Toros y el Mercado de Jamaica de la Ciudad de México, sitios donde con los trazos de sus integrantes cambian el aspecto de una pared o del lugar completo.

En el caso de Hidalgo, publicaron que fueron contactados por el gobierno local para rehabilitar el barrio de Palmitas, en Pachuca, cuyas casas eran básicamente en color cemento o ladrillo y en donde los problemas de violencia juvenil alarmaban a la población.

El impacto de esta obra ha sido positivo, gracias a que con la participación de la comunidad fue posible no sólo cambiar el aspecto del lugar, sino que se logró combatir la violencia entre los jóvenes de la zona.

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