Intervención de Orlando Camacho Nacenta en el Consejo Nacional de Seguridad Pública

21 de diciembre de 2017



Muy buenas tardes a todos los miembros de este Consejo.

Quiero iniciar mi intervención recordando la trascendente función que este Consejo Nacional de Seguridad Pública tiene para la vida de nuestro país, espacio que los ciudadanos mexicanos, impulsamos con el legítimo derecho de participar en las decisiones más relevantes en materia de seguridad y justicia de México.

En él se han llevado acuerdos que han cambiado positivamente el rumbo del país: la reforma penal, la creación de la Coordinación Nacional Antisecuestros, disposiciones fundamentales en materias legislativas, el modelo focalizado de control de confianza, la presentación y la apertura de la información delictiva, entre muchos otra\os.

Desde México SOS estamos convencidos de la irreductible participación de los ciudadanos en los asuntos de interés público. Sabemos y somos testigos de que es el mejor camino para avanzar hacia una realidad que provea de seguridad y justicia a los mexicanos.

De ahí la importancia y la grandísima responsabilidad de este espacio en donde los principales tomadores de decisiones en nuestra Nación se reúnen junto con los representantes de los ciudadanos mexicanos.

Sin embargo quedan aún muchos pendientes que deben tratarse con urgencia y eficacia en este consejo y que exigen la completa voluntad de todos los actores para que efectivamente podamos arribar a la meta propuesta, por ejemplo:

El combate a la corrupción y particularmente, proveer de un estado de derecho REAL a través de la erradicación de la impunidad; reformar integralmente el sistema penitenciario; consolidar al sistema de justicia penal acusatorio en cada entidad y a nivel federal; una estrategia integral para enfrentar el gravísimo problema del tráfico de armas; así como fortalecer y/o crear instituciones policiales eficaces y otros más.

Y me detengo en este último tema particular. Y me refiero a la Ley de Seguridad Interior.

Tenemos certeza de la URGENCIA de reformar la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública para que cada entidad federativa, con plena responsabilidad lleve a cabo, sin mayor dilación y con el mayor empeño, las acciones necesarias para proveer a sus estados, de cuerpos policiales eficaces y eficientes que ofrezcan seguridad, tranquilidad y paz a sus gobernados. Esta, sin duda es la gran tarea que tienen pendiente los gobernadores para que, con la LSI se concentren en elaborar y poner en práctica una estrategia adecuada en la materia.

ero una realidad, también URGENTE, es proveer de un marco jurídico a las fuerzas federales y fuerzas armadas que, no ahora, no a partir de la aprobación de la Ley de Seguridad Interior, sino hace más de 10 años ya están en las calles y en las comunidades, sin asidero normativo. Esta Ley les da este asidero jurídico que han buscado y que era necesario para su labor.

El reclamo resulta comprensible pues la incertidumbre jurídica genera inseguridad jurídica, lo cual es inquietante para cualquiera. Sin embargo, el reclamo de muchos es que la Ley de Seguridad Interior no debe ser el núcleo que norme la seguridad del país y estamos en absoluto acuerdo, esta ley, si bien necesaria, debe formar parte de un paquete que reforme y coloque a las instituciones de seguridad y procuración de justicia CIVILES del país en el centro de la ecuación.

Sin esto, por mejor intención que tenga la Ley de Seguridad Interior, no saldremos del estado en el que estamos actualmente y se perpetuará la heroica labor de las fuerzas armadas en contra de la delincuencia organizada.

No es necesaria una o la otra, SON NECESARIAS Y URGENTES AMBAS, dentro de una concepción global, integral y sistémica.

Toca entonces, urgir al Congreso y con todo respeto a cada uno de ustedes señores y señora gobernadora, a que transformen las endebles instituciones policiales de sus entidades, heredadas o no.

Es PRIORITARIO que se lleven a cabo las reformas y las acciones que generen policías dignas, eficaces y honestas para los ciudadanos; y uno de los puntos relevantes, es REFORMAR EL ARTÍCULO 123, APARTADO 2, DE LA CONSTITUCION, ES DECIR, DEBEMOS RESTITUIR LOS DERECHOS LABORALES DE LOS POLICÍAS, como lo hemos apuntado desde México SOS, otras organizaciones y la misma Comisión Nacional de Seguridad.

De esta manera se fortalecen los esfuerzos para proveer de tranquilidad y paz a los ciudadanos, objetivo final y fundamental y se favorecerá a que las fuerzas federales y armadas regresen a sus cuarteles.

Hablemos con la verdad, no es una concesión graciosa, ES UN IMPERATIVO CONSTITUCIONAL ELEMENTAL que muchos no han sabido cumplir y que ha obligado a las instituciones de la federación a intervenir, para salvaguardar la integridad de las personas y de las instituciones.

Señores gobernadores, gobernadora, no están solos, al lado de ustedes, que no detrás, tienen una ciudadanía ávida de participar, desde su trinchera, para crear las condiciones que aseguren la tranquilidad en sus comunidades.

Tenemos ejemplos concretos de modelos exitosos entre nosotros; muestra de ello, y muchos de ustedes no me dejarán mentir, son las Mesas de Seguridad y Justicia. Modelo que ya opera en 14 estados de la Republica y comprende una extensa red de 30 Mesas, entre otros modelos exitosos.

En las Mesas de Seguridad y Justicia ciudadanos comprometidos, sin filiaciones partidistas y con el único interés de devolverles la paz a sus comunidades, se sientan con las autoridades municipales, locales y federales para acordar una agenda común y dar puntual y permanente seguimiento al cumplimiento de las metas. Las acciones están a la vista y en práctica.

Casos de urgencia como los recientes sismos de hace tres meses... ¿acaso no despertaron lo mejor de los mexicanos? ¿No fue una situación de urgencia que nos obligó a todos a dejar de lado las diferencias ideológicas, de partido, de clase social, y religiosas?

¿Que no es una situación de urgencia, igual que los sismos, la terrible realidad de inseguridad y violencia que se vive en muchos lugares de nuestro país?

¿Hasta dónde nos llega la solidaridad que en esta ventaja que lleva el crimen organizado nos mantenemos indolentes en este, el mayor espacio de toma de decisiones de seguridad y justicia del país?

¿Cuándo nos vamos a decidir por sacar de los escombros de la violencia, del crimen y de la inseguridad a los niños, jóvenes, mujeres y todos los mexicanos que se encuentran vulnerables ante este desorden?

Ya lo hemos logrado en situaciones límite como los sismos de septiembre pasado.

No hay pretextos.

Propongo a este Consejo, máximo órgano de seguridad en el país, los siguientes acuerdos:

  • 1. Continuemos fortaleciendo y dignificando a nuestras fuerzas armadas dotándolas de instrumentos jurídicos como lo ha hecho la LSI y demos puntual seguimiento, asegurando que se cumplan las condiciones para que las fuerzas civiles tomen el control de la seguridad en las entidades federativas.
  • 2. Retomo un acuerdo particular de agosto pasado para apresurar, una vez aprobada la LSI, su cumplimiento puntual, me refiero al Modelo óptimo de la función policial que comprende, entre otras, acciones como:
    • a. Aumento de policías,
    • b. Depuración de no aprobados en control de confianza,
    • c. Capacitación en sistema penal acusatorio
    • d. Actuación bajo protocolos
    • e. Homologación salarial y prestaciones para fortalecer el desarrollo policial,
    • f. Comisiones de honor y justicia
    • g. De servicio de Carrera
    • h. Concursos de ascenso
  • Entre otros.
  • 3. Insistamos e impulsemos con la misma intensidad las reformas a la LNSP que se vienen trabajando desde hace muchos años.
  • 4. Urjamos la reforma al artículo 123 apartado 2.
  • 5. Demos estricto seguimiento a las declaratorias, asegurando que esté perfectamente especificado el plan propuesto por los estados y que haya una verdadera consecuencia para quienes no lo cumplan.

Nos quedan 343 días para hacer historia en este Consejo y al gobierno federal para hacer un alto y retomar los temas verdaderamente importantes, como los que mencione al inicio de mi participación, pueden asumirlo con responsabilidad o con indolencia, la apuesta es de cada uno de ustedes.

Este año puede ser de trascendencia real y definitiva para nuestro México si realmente nos aplicamos en los compromisos y acuerdos de este Consejo Nacional de Seguridad y de las Conferencias respectivas.

El cumplimiento de todas estas políticas sigue vigente. A la mayoría de los gobernadores presentes les quedan más de dos terceras partes de su gobierno para cumplir con eficacia y mostrar con acciones contundentes, en estos acuerdos concretos, su verdadero compromiso y amor a México.

Hay una ciudadanía dispuesta y actuando con la que pueden contar, SIEMPRE Y CUANDO, LOS INTERESES COMUNES SEAN SUPERIORES A LOS INTERESES PARTICULARES. México nos necesita a todos, autoridades responsables y eficaces; y ciudadanos maduros y corresponsables en la construcción de un México en paz.

Muchas gracias.

Subir