Los próximos 14 y 15 de mayo se realizará la sexta edición del Foro Nacional de la Red de Juicios Orales, durante el cual se presentará un simulacro de juicio oral, con el propósito de dar prueba fehaciente, de cara a la sociedad, de las ventajas y bondades que presenciaremos con el cambio de sistema de justicia penal.

En junio próximo se cumplirán seis años de que fue publicada la enmienda constitucional que reforma el Sistema de Justicia Penal y de Seguridad Pública.

Como es de todos conocido, la Reforma sienta las bases legales para adoptar y operar el modelo de justicia oral y acusatorio, en sustitución del viejo sistema inquisitivo, sin agregar que la enmienda también señala un plazo límite para cumplirse y que éste concluye en 2016.

Sin lugar a dudas, la Reforma del Sistema Penal constituye un cambio profundo en la forma en que se concibe e imparte la justicia en el país y deben ser reconocidos los esfuerzos que los tres Poderes de la Nación han desplegado para hacerlo posible. No obstante, sería injusto soslayar los esfuerzos y acompañamiento que las organizaciones de la sociedad civil han realizado para alcanzar esta transformación, que viene a profundizar los cambios que en clave democrática se vienen dando en el país desde hace décadas.

Por esta razón traigo a cuento que desde 2005, tres años antes de que se aprobara la Reforma Penal, la Red Nacional de Organizaciones Civiles de Apoyo a los Juicios Orales y el Debido Proceso ya venía promoviendo una reforma al procedimiento penal en todos los estados y en la federación, a fin de que se adoptara un sistema de administración e impartición de justicia que eliminara los viejos vicios, generadores de corrupción e impunidad, y dotara de mayor eficacia a los procesos penales.

En el marco de estas iniciativas y como antecedente de los Foros Nacionales sobre Seguridad y Justicia, en 2006 se realizó el Primer Foro Nacional de la Red de Juicios Orales, cuyo propósito central era analizar las acciones a seguir para lograr que se implementara la Reforma que haría posible instaurar el nuevo sistema de justicia penal (con base en el modelo acusatorio y oral) y dotarlo de herramientas técnicas, legales, sociales y políticas para combatir el delito y la violencia que suele acompañarle.

Una vez que se aprobó la Reforma y con el objetivo de mantener abiertos los espacios de reflexión que permitan a todos los actores involucrados participar de un diálogo abierto, razonado y documentado sobre los principales retos, tareas y obstáculos que enfrenta la sociedad mexicana para logra la debida implementación de la reforma, tanto en los estados de la República como a nivel federal, por iniciativa de las más de 70 agrupaciones que integran Red Nacional de Organizaciones Civiles de Apoyo a los Juicios Orales y el Debido Proceso, en 2009 se realizó el Primer Foro Nacional Foro sobre Seguridad y Justicia.

Desde entonces y a la fecha, año con año se vine efectuando este ejercicio de deliberación pública que permite a los representantes de las organizaciones civiles, académicos y líderes de opinión, conocer los avances en el cumplimiento de los compromisos constitucionales establecidos por la Reforma; presentar sus evaluaciones, propuestas y críticas ante los responsables de operar el Sistema de Justicia Penal, así como demandar que se aclaren las dudas que existan sobre los puntos de controversia que se han presentado durante el proceso de transición que vive el nuevo sistema.

Tengo la certeza de que a lo largo de sus cinco ediciones, el Foro ha servido para despertar el interés de la ciudadanía sobre la trascendencia histórica que tiene para el país el haber logrado transformar la forma en que se entiende, administra e imparte la justicia penal. Pero más aún, creo que debemos celebrar el interés, acuerdo y compromiso público que ha logrado suscitar entre los titulares de los órganos implementadores de la Reforma y en los gobernadores estatales, para acatar las disposiciones y apresurar el cumplimiento de los compromisos adquiridos para concluir, en tiempo y forma, con la implementación integral en 2016.

En la víspera de su sexta edición, a realizarse el 14 y 15 de mayo, entre los organizadores del Foro priva la confianza de que, a pesar de los retrasos existentes en algunos estados, la experiencia institucional adquirida durante los pasados seis años permitirá que se cumpla, en tiempo y forma, con el objetivo constitucional. En virtud de ello, durante el Sexto Foro se presentará un simulacro de juicio oral, con el propósito de dar prueba fehaciente, de cara a la sociedad, de las ventajas y bondades que presenciaremos con el cambio de sistema, tales como: la agilización y brevedad que tiene su realización; la transparencia que priva en ellos a partir de la oralidad; la aplicación del principio de contradicción, en el que las partes estarán en las mismas circunstancias para argumentar su caso ante el juez, y del principio de presunción de inocencia, en el que el Ministerio Público deberá probar que el indiciado es culpable y no éste de que es inocente, entre otras disposiciones técnicas y normativas.

Sin ser excluyentes, podemos decir que el dar cuenta de los significados profundos de la Reforma es una tarea de especialistas en la materia (académicos, investigadores, abogados y operadores del Sistema); pero cuidar los logros alcanzados hasta el momento e impulsar que se cumpla la enmienda constitucional en tiempo y forma es asunto de toda la sociedad: ¡trabajemos en ello!

Por: Alejandro Martí

Fecha de Publicación: 7 de mayo del 2014

Fuente: Animal Político